martes, 7 de septiembre de 2010

reflexion para carolina

REFLEXION PARA CAROLINA
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La vida es una sucesión de alegrías y tristezas, las cuales es natural que hayan, para así poder valorar en toda su intensidad los buenos momentos, pero tienes que tener muy claro que tu eres quien mas puedes hacer por ti misma. Ante la adversidad, tienes que proponerte luchar, no puedes permitir que los problemas sean mas fuertes que tu.
Todos en alguna ocasión hemos tenido miedo a no poder superar los momentos difíciles, si embargo cuando miramos atrás vemos que el tiempo ha pasado y la vida sigue.
Nunca dudes de tus posibilidades el futuro está
Dentro de nosotros mismos.
Alejandro

lunes, 6 de septiembre de 2010

El puente

El puente (historia para reflexionar)




Esta es la historia de un par de hermanos que vivieron juntos y en harmonía por muchos años.

Ellos vivían en granjas separadas pero un día…

Cayeron en un conflicto, este fue el primer problema serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua.



Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo.



Hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.



Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta encontró a un hombre con herramientas de carpintero. ”estoy buscando trabajo por unos días”, dijo el extraño, ”quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso”.

“si”, dijo el mayor de los hermanos, ”tengo un trabajo para usted”.



Mire al otro lado del arroyo , en aquella granja vive mi vecino, bueno de hecho es mi hermano menor.



La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros pero el desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros, el pudo hacer esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor.



¿ Ve usted aquella pila de maderas junto al granero’. Quiero que construya una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca mas.



El carpintero le dijo: creo que comprendo la situación.



El hermano mayor ayudo al carpintero a reunir todos los materiales y dejo la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo.

Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero terminaba su trabajo.



El granjero quedó con los ojos completamente abiertos y la cara desencajada.



No había ninguna cerca de dos metros. En su lugar había un puente que unía las dos granjas a través del arroyo.



Era una fina pieza de arte con pasamanos y todo.



En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano mayor le dijo:.

“Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho.



Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero recogía sus herramientas.

“No espera. Quédate unos cuantos días tengo muchos proyectos para ti”, le dijo el hermano mayor al carpintero.



“Me gustaría quedarme”, dijo el carpintero, “pero tengo muchos puentes por construir”.

Muchas veces dejamos que los malentendidos o enojos nos alejen de la gente que queremos, muchas veces permitimos que el orgullo se anteponga a los buenos sentimientos.

No permitas que eso pase en tu vida.

Recuerda que el silencio a veces es la mejor respuesta.

Una casa feliz no tiene precio. Haz todo lo que esté a tu alcance para crear un ambiente en armonía.

Recuerda que la mejor relación es aquella en la que el amor entre dos personas es mayor que la necesidad que tiene una de la otra.

Autor desconocido

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Reflexiones

REFLEXIÓN


Me gustaría saber por que le dedicamos tan poco tiempo a hablar de las pequeñas cosas que nos ocurren que parecen no son importantes, pero que al no comentarlas creo que muchas veces se convierten en grandes problemas bien por malos entendidos o bien por que creemos que las pequeñas cosas no son importantes, y luego tanto repercuten en nuestra convivencia.

Quiero hacer una reflexión y una comparación.

Cuando vamos a preparar unas vacaciones para ir a un sitio que nos dicen que es maravilloso, creo que los pequeños goces que se obtienen mientras preparamos el plan del viaje viendo primero, el dinero de que disponemos, haciendo las maletas, la cámara de fotos, la visión con la imaginación de nuestro destino, lo que vamos a ver durante el viaje, lo que vamos a hacer cuando lleguemos a nuestro destino de vacaciones, y a la vuelta lo que vamos a disfrutar contando a los que nos aprecian lo que hemos visto y hecho durante las vacaciones.

Creo que llegar al sitio es importante, pero me parece que el volver bien los ratos de preparación del viaje compartido con las personas que nos quieren son mas importante y mas duraderos que el fin. Es mi opinión visto con la ilusión de un proyecto común.

Cuando se hace un buen guiso si nos fijamos veremos que en el ha intervenido una serie de pequeñas cosas como son los condimentos y la preparación, que de no ser por ellos el mejor alimento no sabría a nada.

Ustedes dirán a que vienen estas reflexiones. Simplemente que yo creo que la vida tiene muchos problemas cada día que son muy difíciles de evitar, y nos la pasamos sufriendo e intentando en la medida que podemos evitarlos, sin darnos cuenta que hay infinidad de salsas condimentos y momentos que si fuéramos capaces de utilizarlos debidamente mezclados con altruismo sinceridad compañerismo amor etc. disfrutaríamos mejor de todo lo que hacemos.

Vengo aquí a recordar un cuento sobre un viajero


                                                   EL BUSCADOR


“Un buscador es alguien que busca, no necesariamente alguien que encuentra.
Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe qué es lo que está buscando;
es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.”


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Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la cuidad de Kammir.


Él había aprendido a hacer caso riguroso a estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió.


Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó, a lo lejos, Kammir.


Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó mucho la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores; la rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada.


Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar...


De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar.


El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar entre los árboles.


Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor.


Sus ojos eran los de un buscador, y quizás por eso descubrió sobre una de las piedras, aquella inscripción:


“Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”.


Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lápida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar.


Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla, decía:


“Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”.


El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba.


Una por una, empezó a leer las lápidas. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.


Pero lo que lo conectó con el espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los 11 años... Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar.


El cuidador del cementerio, pasaba por ahí y se acercó; lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.


- No, ningún familiar; dijo el buscador.


- ¿Qué pasa con este pueblo?


¿Qué cosa tan terrible hay en ésta ciudad?
¡¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre ésta gente, que los ha obligado a construir un cementerio de chicos?!


El anciano se sonrió y dijo:


- Puede Ud. serenarse; no hay tal maldición... Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré:


Cuando un joven cumple quince años sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello.


Y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella:


a la izquierda, qué fue lo disfrutado...
a la derecha, cuánto tiempo duró el gozo.


Conoció a su novia, y se enamoró de ella.


¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?.
¿Una semana?, ¿Dos?, ¿Tres semanas y media?...

Y después...


la emoción del primer beso,
el placer maravilloso del primer beso, ¿cuánto duró?,


¿el minuto y medio de beso?, ¿dos días?, ¿una semana?...
¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo...?
¿y el casamiento de los amigos...?


¿y el viaje más deseado...?
¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano...?
¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones...?


¿Horas?, ¿Días? ...


Así... vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos... Cada momento...
Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre, abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba...


¡PORQUE ÉSE ES, PARA NOSOTROS, EL ÚNICO Y VERDADERO TIEMPO VIVIDO!


Disfrutemos y compartamos toda nuestra vida para si es posible al morir pongan nuestra edad real totalmente disfrutada.


Yo